Los obispos del Noroeste argentino estaban reunidos en Tafí del Valle cuando recibieron la noticia de que el nuevo Papa es Jorge Bergoglio, alguien que conocen bien, y por quien tienen gran admiración y cariño. "El martes tuvimos la intuición de que el Pontífice podía ser argentino".
"Es un orgullo tener un Papa de 'industria nacional'", bromeó monseñor José María Rossi, quien recordó la visita del entonces cardenal primado de la Argentina a Tucumán: "La gente lo recuerda, y recuerda sus palabras, lo que habla de la profundidad de su mensaje", contó acerca del ahora Papa Francisco.
El obispo de la diócesis de Concepción definió a Bergoglio como un hombre de perfil bajo, suave en el trato, que no se aferra al protocolo. "Tiene una gran libertad de espíritu y mucha fuerza. Tomará todas las decisiones que haya que tomar", auguró.
Según Rossi, con la elección de un papa latinoamericano, los cardenales reconocieron el camino espiritual que ha recorrido la Iglesia en la región, "un camino distinto al europeo, con una espiritualidad propia", insistió. LA GACETA